Esta semana hemos liberado a una hembra de Ánade azulón que llego después de haberse caído en una balsa de aceite residual de una fabrica, el pobre bichito, cuando llego estaba totalmente cubierta de aceite.

Cuando nos llega al centro un animal en estas circunstancias la pronta actuación es primordial. Primero, se le da carbono activo para impedir la absorción del tóxico y luego se le baña con agua caliente para retirar el aceite del plumaje. El baño es esencial, pero también un momento de mucho estrés para el animal, por lo que tienen que ser rápido pero eficiente. Después del baño dejamos al animal bajo un foco en un lugar lo mas tranquilo posible.

Luego llega el proceso en el que el plumaje debe recuperar su impermeabilidad, es un proceso lento en el cual la pata, ya en uno de los voladeros exteriores preparado para especies acuáticas, empieza a meterse al agua y al acicalarse sus plumas vuelven a recuperar, poco a poco su estructura.

Después de pasar un mes entero con nosotros, esta semana la liberamos en Salburua con otros dos de los patitos que llegaron huérfanos y que estaban listos para soltar. Esperamos que se mantenga alejada de balsas de aceite residuales!