El 5 de noviembre soltamos un águila calzada (Aquila pennata) que llevaba con nosotros desde finales de agosto.
El animal entro muy debilitado, no se tenia en pie y sufría deshidratación e hipotermia. Los primeros días pensamos que no iba a sobrevivir, ya que no era capaz de mantener una temperatura corporal adecuada, pero poco a poco, con tratamiento empezó a mejorar y al final, aunque mas tarde que lo que nos hubiese gustado, ya que hacen una migración larga, la soltamos en plenas condiciones. Cuando entro lo hizo con un peso de 468 gr y cuando se fue, pesaba 734 gr.