En Mártioda, además de las especies autóctonas, tenemos un espacio reservado a la recogida de Galápago de Florida, unos animales que en su día fueron considerados como animal de compañía, y que fueron muy populares como mascota, debido a su pequeño tamaño, bajo precio y fáciles cuidados. Al pasar los años, las tortugas crecen rapidisimamente, son muy voraces e incluso agresivas, y la gente, sin saber que hacer con ellas, nos las traen, o en el peor de los casos, las liberan.

Una vez en el medio, se vuelven un problema medioambiental, compitiendo con nuestros galápagos autóctonos, el Galápago leproso (Mauremys leprosa) y el Galapago europeo (Emys orbicuris) por el alimento, las zonas de sol y los sitios de puesta, ademas de suponer un problema sanitario para nuestras aguas porque son un reservorio de salmonelosis.

Mientras que los ejemplares que nos traen de cautividad son grandes, pero suelen rondar los 15 cm, los que nos traen recogidos del medio, por tanto considerados, exóticos invasores, tienden a ser muchisimo más grandes y agresivos. Este que os mostramos mide 33 cm y pesa 3.177kg, un autentico monstruo del pantano.