El día 26 de abril nos trajeron unos huevos de lechuza común (tyto alba) que aparecieron cuando estaban arreglando el tejado de una iglesia.
Los metimos en la nacedora lo antes posible, pero sin demasiadas esperanzas ya que nos los habían entregado muy fríos. El 28 de abril, a los dos días de la llegada nació el primer polluelo, el día 1 de mayo el segundo, tres días más tarde un tercero y el 5 de mayo el cuarto todavía tenemos esperanzas de que nazca alguno más.